
Uno de los centros de salud más prestigiosos de los Estados Unidos, la Mayo Clinic, establece lo siguiente sobre la causa de la Diabetes tipo 1 en su sitio web,
“Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. En general, el propio sistema inmunitario del cuerpo, que normalmente combate los virus y bacterias perjudiciales, destruye por error las células del páncreas que producen insulina (islotes pancreáticos o islotes de Langerhans). Otras causas posibles son las siguientes:
Causa de Diabetes tipo 1 =Genética
Causa de Diabetes tipo 1= Exposición a virus y otros factores ambientales”
El problema con la explicación “Genética” a la causa de diabetes tipo 1 se halla en que existen estudios hechos en gemelos idénticos que crecieron separados, donde a pesar de ser idénticos, el historial médico de los dos demuestra una diferente susceptibilidad a enfermedades. Este tipo de incógnitas a la hora de entender diferentes enfermedades cada vez más comunes impulsa a una corriente cada vez más grande de ciencia que se enfoca en como los hábitos de vida que aprendemos de nuestros padres y entorno más cercano muchas veces tienen más peso que los genes que heredamos de ellos a la hora de desarrollar tal o cual enfermedad.
En cuanto a la “Exposición a virus y otros factores ambientales” como causa de diabetes tipo 1 el problema está en que nunca recibimos más datos y explicaciones sobre el tema. Pareciera como si no existiese suficiente ciencia al respecto.
En general, esa es la misma explicación que recibí yo junto con mis padres al momento de mi diagnóstico en 1996 a la edad de 6 años y es la explicación que “las autoridades” en la materia nos enseñan Es más, hasta hace pocos años esta “explicación” sobre la causa de mi diabetes tipo 1 formaba parte de las tantas “verdades indiscutibles” que yo como el resto de los diabéticos tipo 1 tenemos y que en realidad no reflejan los verdaderos descubrimientos científicos existentes.

Hongos y Micotoxinas como causa científicamente comprobadas de Diabetes Tipo 1
La explicación se divide en dos partes, en la primera parte es importante dar un repaso general del contexto histórico y actual con relación a los hongos / micotoxinas y nuestras vidas donde todavía no se cubre el tema de la causa de diabetes tipo 1. Sobre esa primera parte de la explicación se construye la segunda parte, que se conecta directamente a la causa de Diabetes tipo 1.
PRIMERA PARTE
¿A qué se debe que sólo escuchemos sobre virus y bacterias y prácticamente nunca sobre hongos como causa de gran parte de las enfermedades, como por ejemplo causa de diabetes tipo 1?
Desde hace muchas décadas, el gobierno estadounidense requiere que se le notifique cuando los doctores tratan una de las tantas infecciones virales o bacterianas. Estos resultados estadísticos son luego usados para captar fondos que se usan para financiar investigaciones y desarrollos de antibióticos y vacunas, así como también nuevos usos para drogas ya existentes. A estos doctores no se les obliga a reportar casos de infección por hongos, lo que termina causando la ilusión de que los hongos no son el problema que realmente son, esto a su vez hace que obtener financiamiento para investigar más a fondo los hongos sea aún más difícil.
A pesar de estos obstáculos, médicos como Orion Truss y Bill Crook trabajaron para educar al público sobre cómo una especie de hongo conocida, parecida a la levadura, la Candida Albicans se encuentra en la raíz de una amplia variedad de problemas de salud. Sin embargo, desde ese descubrimiento a nuestros días se han descubierto y catalogado 200.000 (sí, doscientas mil) especies de hongos, siendo al menos 200 de estos patógenos, o causantes de enfermedades(1).
Una breve pero interesante diferenciación entre virus, bacterias y hongos,
La función en la naturaleza de los hongos es la de debilitar y descomponer, de manera tal a terminar una vida para que crezca otra en su lugar. Desde el momento de nuestra concepción hasta nuestro último suspiro, nuestro sistema inmune y los antihongos nutricionales naturales de nuestras dietas son las únicas defensas que evitan que cumplan su función natural con nosotros también. Cabe resaltar que los hongos son capaces de romper las defensas naturales de las personas más saludables inclusive (2).
Nuestro contacto con ellos se da mediante las esporas que inhalamos, que luego pueden infectar nuestros pulmones y gargantas, mediante alimentos contaminados con sus toxinas (el calor de la cocción/hervor mata a los hongos pero las toxinas que generan permanecen igual) y también mediante la exposición a lugares oscuros, con humedad( por ejemplo en habitaciones/construcciones donde hubo fuga de agua o inundaciones) aunque también hay alto riesgo en lugares con mucho polvo (por ejemplo en zonas de construcción).
El aumento de número de casos de infecciones fúngicas se debe parcialmente a los esfuerzos por combatir bacterias con antibióticos (2).
El uso masivo de antibióticos en medicina y agricultura se intensificó desde la década de los 1950s. El gran punto débil de los antibióticos es que si bien son capaces de eliminar bacterias patógenas también eliminan bacterias fundamentales para mantener la salud física y mental, ya que entre otras cosas estas bacterias crean un ambiente intestinal propicio para su existencia pero hostil hacia estos hongos patógenos.
Resumiendo, el uso de antibióticos crea un ambiente propicio para infecciones fúngicas desde el momento en que elimina a las bacterias fundamentales para la salud. Si bien los hongos pueden parte normal de nuestra flora intestinal, es fundamental para la salud que el número de bacterias buenas sea superior a las bacterias malas, ya que el grupo que sea mayoría dicta el estado de salud (físico y mental) y bienestar de la persona en cuestión.
Un hecho extremadamente interesante y curioso es que la mayoría de los antibióticos que conocemos, como la penicilina, ciclosporina A y cefalosporina son en realidad producidos por hongos, o sea que, para tratar síntomas de infecciones bacterianas los doctores hacen circular por el torrente sanguíneo del paciente un químico producido por hongos, al mismo tiempo promoviendo el aumento de la población de hongos en los intestinos de este paciente.
MICOTOXINAS
A los antibióticos y otras toxinas producidas por hongos se les denomina micotoxinas. Las micotoxinas se utilizan no sólo para tratar enfermedades relacionadas con bacterias sino también en quimioterapia (Actinomycina D, bleomycina, mitomycina C, Mithramycina, L- asparaginase)(3).
También se utilizan como agentes inmunosupresores, tal como la ciclosporina A(4), como agentes reductores de colesterol, ejemplo Lovastatina. Sin ambargo es curioso como micotoxinas producidas por una especie de hongos puede matar a otra especie, esto por ejemplo sucede con la Nistatina, que es uno de los antihongos intestinales más efectivos del mercado hoy (5).

1 Sugar, A. A Practical Guide to Medically Important Fungi and the Diseases They Cause. Lippincott-Raven. Philadelphia, PA. 1997
2 Kibbler, C. C. Fungal Infections of the Respiratory Tract, p. 237. Principles and Practice of Clinical Mycology. John Wiley and Sons Ltd. West Sussex, England. 1996.
3 Murphy, et al. American Cancer Society Textbook of Clinical Oncology, 2nd ed, p. 124. The American Cancer Society, Inc. Atlanta, Georgia, 1995.
4Ninth Report on Carcinogens. U.S. Department of Health and Human Services.Public Health Services National Toxicology Program, revised Jan 2001.
5Constantini, A.V. Fungalbionics Series: Etiology and Prevention of Atherosclerosis. Johann Freidrich Oberlin Verlag. Freiburg, Germany. 1998/1999.
6Council for Agricultural Science and Technology. Mycotoxins: Riks in Plant, Animal and Human Systems Task Force Report Number 139. CAST. Ames, IA. Jan 2003.
Determinar si una micotoxina en especial es beneficiosa o dañina depende en gran medida de la cantidad y frecuencia de uso. La ciclosporina A, por ejemplo, se usa en trasplantes de órganos para evitar que el cuerpo rechace al órgano recién trasplantado. Esto lo logra bajando las defensas del organismo para evitar que éste ataque al nuevo órgano.
Al notar cómo los hongos son capaces de generar toxinas capaces de desmantelar el sistema inmune(las defensas) de una persona nos damos cuenta de lo sofisticados y peligrosos que pueden ser ciertos hongos. Para tener en cuenta, esta misma micotoxina, ciclosporina A, si bien tiene un uso noble al usarse en trasplantes de órganos, también se ha comprobado que causa cáncer. Cabe señalar que de acuerdo al Council for Agricultural Science and Technology de Estados Unidos, todas las micotoxinas, incluyendo los antibióticos, son capaces de suprimir el sistema inmunológico (6).
Exposición Diaria
Es común que se detecten micotoxinas en la leche materna(7). El alimento preferido de los hongos es el azúcar simple, por lo que los cereales– que prácticamente en su totalidad se convierten en azúcar durante la digestión (esto lo podemos comprobar midiendo los niveles de azúcar en sangre y/o insulina en sangre luego de comer harinas de cereales)—son uno de sus objetivos preferidos. Durante la plantación, cosecha, almacenamiento y procesamiento, todos los cereales que se consumen normalmente son susceptibles a los hongos.
El ganado, al ser alimentado con cereales contaminados con hongos, hacen que también de esa forma lleguen micotoxinas a nuestros platos de carne y productos lácteos. Como se mencionó más arriba, la cocción mata a los hongos, pero las micotoxinas tienen una alta tendencia a no verse afectadas por el calor, además de ser liposolubles. Si bien al hervir pasta y descartar el agua se remueve la mayor parte de las micotoxinas, si la persona, a nivel intestinal, tiene un desequilibrio en el número de organismos buenos para la salud y organismos malos, entre ellos hongos, esta misma pasta termina alimentando y aumentando el impacto de la presencia de hongos patógenos.
En Estados Unidos el departamento de agricultura (USDA), por ejemplo, solamente regula la micotoxina Aflatoxina. La Aflatoxina es un químico excretado por el hongo Aspergillus y esta toxina es la más cancerígena conocida por la ciencia. Para tener una idea, los niveles permitidos en Estados Unidos de esta toxina son de 0.5 partes por billón (ppb) y 20 ppb para leche y cereales destinados al consumo humano, respectivamente. Solamente basados en esto, los estadounidenses consumen entre 0.15 y 0.5 mg de aflatoxinas por día (8).
Al alimento destinado a la ganadería se le permite hasta 300 ppb de aflatoxinas, lo que aumenta nuestra exposición a esta micotoxina aún más (9). Es importante recordar que existe un vínculo específico entre la aflatoxina y la diabetes, ya que existe evidencia científica de que ingerir leche de vaca puede causar diabetes tipo 1 en niños, información que a más de una persona nos llegó en su momento, unos años atrás, ya sea navegando por internet, vía televisión, radio o prensa escrita. También existen datos de que son las micotoxinas presentes en la grasa de esta leche las que causan la enfermedad, no la leche en sí misma.
7Murphy, et al. American Cancer Society Textbook of Clinical Oncology, 2nd edition, p. 124. Then American Cancer Society, Inc. Atlanta, Georgia. 1995.
8Etzel, R. Mycotoxins. Journal of the American Medical Association. 287(4). Jan 23/30, 2002.
9Council for Agricultural Science and Technology. Mycotoxins: Risks in Plant, Animal and Human Systems Task Force Report Number 139. CAST. Ames, IA. Jan 2003.
El hongo Aspergillus excreta otro químico llamado ocratoxina. Esta micotoxina es típicamente encontrada en maíz, cebada y trigo (5). Aunque la aflatoxina sea la sustancia más cancerígena en el planeta, la ocratoxina la supera 10 veces en cuanto a la toxicidad y el daño que puede causar al cuerpo humano(8). A pesar de esto, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos no examina la presencia de ocratoxinas. Otros países examinan la presencia de hasta 15 de las micotoxinas más comunes, entre ellas la zearalenone, fumonisina, ocratoxina, etc.
SEGUNDA PARTE
En septiembre de 1994 estaba agendado un simposio médico en New York City, Estados Unidos. Cuando se revelaron los detalles de los puntos a ser cubiertos, uno a uno los patrocinadores del simposio fueron retirando su participación, inclusive pidiendo su cancelación, a tal punto que los organizadores se vieron forzados a mudar el simposio a Toronto, Canadá.
¿Cuál fue la raíz del conflicto? Resulta ser que el tema a tratarse en el simposio era el rol de los hongos en enfermedades como el cáncer, la diabetes, enfermedades del corazón y colesterol alto, algo mucho más impactante que las enfermedades comunes como pie de atleta y hongos en los dedos de los pies.
Es razonable la postura de esos patrocinantes al retirar su apoyo financiero a ese simposio, ya que ninguno de ellos contaba con productos dedicados a tratar hongos. Uno de los puntos débiles de la medicina actual es la especialización, ya que los bacteriólogos se dedican 100% a estudiar bacterias, los virólogos a estudiar virus solamente, y esto hace que ignoren, o no se mantengan actualizados sobre otros campos.
Las escuelas de medicina también fomentan esta falta de promoción de todo lo relacionado a los hongos, ya que si bien es común encontrar profesores bacteriólogos y virólogos mientras que encontrar micólogos clínicos enseñando sobre hongos y la salud humana es casi imposible.
El último factor que fomenta este “status quo” son las empresas de seguro médico (nos referimos a Estados Unidos siempre en este artículo, desde donde generalmente se esparcen al resto del mundo los avances, prácticas, etc, especialmente en la medicina). Según estimaciones, cerca del 90% de los profesionales médicos involucrados en establecer los estándares de cuidado en Estados Unidos tienen vínculos financieros con la industria farmacéutica (10).
Volviendo al simposio, el mismo finalmente se realizó. El expositor principal era el profesor y médico A. V. Constantini. En aquel entonces era jefe del Centro Colaborativo de Micotoxinas en Alimentos, departamento de la Organización Mundial de la Salud ( OMS). Previamente fue neumólogo y profesor clínico en la escuela de medicina de la Universidad de California de San Francisco.
Él y sus colegas se pasaron los anteriores 20 años amasando datos científicos que conclusivamente apuntaban a los hongos como los factores principales en el desarrollo de varias de las enfermedades más devastadoras de la humanidad. Este estudio lo financiaron ellos, sin patrocinantes de por medio, por lo que en el resultado no hubo conflictos de interés.
Parte de la presentación de Constantini tocó la historia en común entre la diabetes y hongos microscópicos (11):
– En 1954 Griffits descubrió que el ácido úrico puede causar diabetes en animales de laboratorio.
– En 1963 Svhlia notó que la levadura Sacchromyces produce ácido úrico.
– En 1976 Isogai reportó el hallazgo del hongo Cryptococcus en los islotes de Langerhans (células del páncreas que producen insulina) de dos niños que estaban muriendo de diabetes. En posteriores estudios, cuando los investigadores inyectaron Cryptococcus en las arterias pancreáticas de animales de laboratorio, el resultado fue la necrosis (muerte celular) de los islotes de Langerhans. El Cryptococcus produce alloxan, un derivado del ácido úrico.
– En 1990, Moody usó con éxito cyclosporin A, una medicina antihongos, para tratar el hongo Cryptococcus.
– En 1990 Chase reporta que la diabetes tipo 1 puede ser curada si se trata con cyclosporin A dentro de los primeros 4 meses del desarrollo de la enfermedad.
– En 1973 Escher et al. descubre que la carne de cordero curado está saturada de micotoxinas, incluyendo ocratoxinas, sterigmatocystin, patulin y ácido penicílico.
– En 1981 Helgason y Jonasson reportaron que un número desproporcionado de mujeres islandesas que comieron carne de cordero curado, un plato tradicional en Islandia, cerca de la fecha en que quedaron embarazadas, dieron a luz a bebés con diabetes.
– En 1980 Pojo demostró que el alloxan daña las células beta productoras de insulina en los islotes de Langerhans del páncreas.
– En 1981 Hayes provocó el desarrollo de diabetes en animales de laboratorio al inyectarlos con streptozotocina. La streptozotocina es una micotoxina producida por el hongo Streptomyces.
– En 1990 Coleman et al. alimentó a ratones de laboratorio con una dieta consistente en 10% levadura. Los ratones desarrollaron diabetes.
– En 1973 Varsano et al. reportó que de manera consistente ocurría diabetes en pacientes con cáncer tratados con una droga usada en la quimioterapia llamada Asparaginase (13). L-Asparaginase es una micotoxina producida por el hongo de suelo Cylindrocarpon obtusisporum (12).
– En 1990 Raha provocó el desarrollo de diabetes en animales de laboratorio al inyectarles L-asparaginase.
10Choudhry, N., MD Relationships between authors of clinical practice guidelines and the pharmaceutical industry. Journal of the American Medical Association, Vol 287 No 5. Feb 6, 2002
11 Constantini, AV MD. Fungalbionics symposium. Toronto, Canada. Sept 1994. También ver: The Fungalbionics (copyrighted) serie de libros. Johann Freidrich Oberlin Verlag. Freiburg, Germany. 1998/1999.
12Marx, Jean. Science Vol 296. 26 April. Unraveling the causes of diabetes. 2002.
13 Constantini, AV. Fungalbionics Series: Etiology and Prevention of Atherosclerosis. Johann Freidrich Oberlin Verlag. Freiburg, Germany. 1998/1999.
14Streptozotocin, CAS No 18883-66-4. Ninth Report on Carcinogens. US Department of Health and Human Services. Public Health Services National Toxicology Program, revised Jan 2001.
15 Murphy, et al. America Cancer Society Textbook of Clinical Oncology, 2nd ed. p. 124. The American Cancer Society, Inc. Atlanta, Georgia. 1995.
16 Datasegment Online dictionary. Datasegment.com. Copyright 2001.
17Wallace, A. Principles and Methods of Toxicology, p. 694. Raven Press, Ltd. New York, NY. 1989.
18 Malaisse, WJ. Alloxan toxicity to the pancreatic B-Cell. A new hypothesis. Biochemical Pharmacology. 31(22): 3527-3534, 1982.
19Szkudelski, T. The mechanism of alloxan and streptozotocin action in B cells of the rat pancreas. Physiological Research. 50(6): 537-46. 2001.
20 Moneim, A., et al. Effect of Nigella Sativa, Fish Oil and Gliclazide on Alloxan Diabetic rats 1- Biochemical and Histopathological Studies. J. Egypt. Ger. Soc Zool. Vol. 23(A) 237-265. 1997.
21Kibbler, C.C. Fungal infections of the Respiratory Tract, p. 237. Principles and Practice of Clinical Mycology. John Wiley and Sons Ltd. West Sussex, England. 1996.
22 Dixon, Bernard. Power Unseen How Microbes Rule the World, p. 169. W.H. Freeman Spektrum. New York. 1994.
De las micotoxinas cubiertas en aquella presentación, unas cuantas son especialmente tóxicas para el páncreas humano (13), como por ejemplo la toxina fumonisina, producida por el Fusarium, la micotoxina T-2 y el diacetoxyscirpenol , todos ellos son comúnmente encontrados en el maíz y sus productos. Entre estos tres, la fumonisina contamina el maíz con mayor frecuencia y en mayor proporción (13).
Considerando la importancia que tiene el maíz en culturas de Latinoamérica y la actual epidemia de diabetes en esa región, es lógico sospechar que las micotoxinas podrían tener relación causal y no casual.
El hongo de suelo Streptomyces achromogenes produce una micotoxina llamada streptozotocina, la cual se utiliza como antibiótico. En animales de laboratorio, esta micotoxina se encontró que promueve tumores en riñones y células de islotes pancreáticos (14) .
Curiosamente, el US Department of Health and Human Services (Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos) establece que la streptozotocina es causante de cáncer en su “Noveno Reporte sobre Cancerígenos”. Este reporte señala de manera específica que la inhalación o contacto con la piel de la streptozotocina son de alto riesgo para la salud. Aparentemente su ingesta por boca es inofensiva ya que existen oncólogos que la usan en quimioterapia para tratar pacientes con cáncer pancreático avanzado (15). (O sea, es un peligro su inhalación o contacto físico mientras que se usa justamente en casos de cáncer que probablemente causó….)
Varias especies de hongos producen ácido úrico 11. Cuando los hongos producen ácido úrico , también producen la toxina alloxan. Alloxan está compuesto por allantoin y ácido oxálico (15). Aún en bajos niveles, alloxan induce diabetes en animales de laboratorio (17,18,19).
En un estudio, ratas a las que se les inyectó alloxan sufrieron una caída en el número de células beta pancreáticas lo que conllevó a una fuerte disminución en producción de insulina.
Por último, cabe señalar el vínculo existente entre el Aspergillus niger y la diabetes. Este hongo suele contaminar alimentos como los peanuts (maní) y maíz. El Aspergillus niger se ha demostrado que produce ácido oxálico en grandes cantidades (21) .
El ácido oxálico es un fuerte corrosivo usado para limpiar maquinarias industriales. Si una persona consumiera una cantidad importante de ácido oxálico moriría ya que esto impediría la conversión de carbohidratos en energía en sus células (17). Es lógico pensar que una exposición periódica a dosis bajas de ácido oxálico mediante alimentos con cierto nivel de contaminación provocaría una menor conversión de carbohidratos en energía, lo que dejaría en sangre altos niveles de azúcares, lo que representa el principal síntoma de la diabetes.
Medicamentos para la diabetes = Medicamentos anti hongos
Los medicamentos a base de azufre como la glipizide y glyburide constituyen la primera línea de acción en el control del azúcar en sangre en la diabetes tipo 2.
Estos medicamentos estimulan al páncreas a aumentar la producción de insulina. Sumado a esto, resulta ser que medicamentos a base de azufre son excelentes anti hongos (11).
Por ejemplo, Bactrim (sulfamethoxazole) se utiliza para tratar infecciones pulmonares por el hongo Pneumocystis jiroveci (anteriormente conocido como Pneumocystis carinii), común en pacientes con VIH (22,12).
El Doctor Constantini del simposio de Nueva York explicó que detener el desarrollo de la diabetes tipo 1 requería medidas más drásticas que solamente hacer cambios en el estilo de vida.
Según el estudio que el Doctor mencionó en su presentación, administrar al paciente un poderoso anti hongos con múltiples y serios efectos secundarios, dentro de los primeros 4 meses del inicio, podría llegar a curar la enfermedad. Pasados los 4 meses y ya no era posible la reversión. En conclusión, varios medicamentos anti hongos resultan ser medicamentos para combatir la diabetes también.
¿Por qué los hongos se centrarían en atacar las células beta productoras de insulina? La respuesta es sencilla: Alimento. Sin estas células la producción de insulina se termina y en el torrente sanguíneo abunda su principal alimento, la glucosa/azúcar. Hasta la fecha no se dedicaron estudios a analizar si existen restos de hongos alrededor de las células beta destruidas por el sistema inmunológico de los diabéticos, las únicas evidencias que se detectan son restos de estas células y rastros de actividad inmunológica.
El problema con los hongos es su extrema sofisticación. Las micotoxinas con capaces de alterar las células, haciéndolas pasar como intrusos ante el sistema inmunológico, que procede a su eliminación.
Los hongos realizan alrededor de 350 conversiones hormonales diferentes. Por ejemplo el Aspergillus convierte la progesterona(hormona femenina) en desoxycorticosterona (23).
El Rhizopus arrhizus produce prednisona a partir del esteroide natural diosgenin. Las compañías farmacéuticas aprendieron a usar para su beneficio esta habilidad de los hongos de convertir hormonas. Por ejemplo, compañías de todo el mundo usan al Aspergillus para producir una variedad de corticosteroides.
El uso de Rhizopus permitió abaratar drásticamente el costo de producir prednisona (22). No debemos olvidar el lado oscuro de los hongos, ya que al final del día son parásitos cuya misión es la de invadir a un anfitrión mayor, si tienen la oportunidad, son capaces de alterar el organismo del anfitrión a nivel celular para ajustarlo a sus necesidades.
Al alterar la química del organismo manipulando las hormonas se aumenta el nivel de azúcar en sangre, efecto secundario muy común de la prednisona, etc.
Es más, la ciencia cree que el aumento de azúcar en sangre causado por corticosteroides puede causar diabetes tipo 2 (24), además de la disminución en las defensas que también ocasiona.
La micotoxina patulina es producida por los hongos Penicillium y Aspergillus y es comúnmente hallada en jugos de frutas como manzana, duraznos y peras, también en cereales (25).
La patulina y otras toxinas imposibilitan el uso de oxígeno por parte de nuestras células (26). Mientras nuestras células no pueden vivir en un medio sin oxígeno, los hongos prosperan.
23 Shankaram, et al. International Programme on Chemical Safety. Environmental Health Criteria 11: Mycotoxins. Dec 2002. www.who.int/pcs/.
24 European Commission Health and Consumer Protection Directorate-General. Directorate B-Scientific Health Opinions, Unit B2- Management of Scientific-Committees I: Scientific Committee on Plants. Opinion on the relationship between the use of plant protection products on food plants and the occurrence of mycotoxins in foods; section 3.2.3: Patulin. SCP/RESI/063-Final. 30 Nov. 1999.
25 Gaunt D. et al. Glyconutritionals: Implications for Recovery from Viral Infections. GlycoScience & Nutrition. Vol. 2. .No. 2. Jan 26, 2001.
26 Kibbler, C.C. Principles and Practice of Clinical Mycology. John Wiley and Sons Ltd. West Sussex, England. 1996.
27 https://tinyurl.com/yaz7nzmh
En siguientes artículos cubriremos la directa relación que existe entre distintos hongos y micotoxinas y las complicaciones más importantes de la diabetes tipo 1 y tipo 2, ya que es aún bastante “misterioso” como ciertos diabéticos no desarrollan muchas complicaciones graves a pesar de su mal control mientras otros a poco tiempo del diagnóstico las desarrollan.
Prácticamente para cada una de estas complicaciones más comunes existe un vínculo directo con hongos/micotoxinas. Cabe resaltar como el mismo estilo de vida y cuidados que llevan a una persona a ser un diabético tipo 1 sano también hacen que los hongos no puedan proliferarse. Al tener la dieta correcta, ejercicios y suplementos disminuimos la cantidad de azúcar en sangre y aumentamos la cantidad de oxígeno circulante por nuestra sangre, y esa combinación de baja azúcar ciruclante y alto oxígeno circulante es letal para cualquier hongo.
Recuerdo vívidamente como antes de ser diagnosticado con diabetes tipo 1, en 1996, con 6 años de edad, recibía constantemente antibióticos y cortisona para cualquier resfrío o molestia. Como era el primer hijo, mis padres cometieron todos los errores posibles conmigo en cuanto a qué medicamentos usar o no usar.
Hoy por hoy ya existe “ciencia” detrás de la posibilidad de que ese exceso de antibóticos y prednisona haya desarrollado la diabetes tipo 1 en mí (27).
Sumado a esto, diariamente recibía pan recién horneado de la panadería de mis abuelos y ese pan era parte principal de mi dieta. Por alguna razón atribuyo el aroma particular que recuerdo a la levadura que se usaba y hoy por hoy, conociendo más sobre la conexión entre la causa de diabetes tipo 1 y los hongos y sus derivados, me pregunto si quizá ese fue el factor detonante, más allá de la predisposición genética que uno pueda llevar consigo.
La epigenética, rama de la ciencia que se llevó el premio Nóbel de medicina hace pocos años, nos enseña que los factores externos a la persona son más determinantes que las predisposiciones genéticas, o sea, lo que uno come, el nivel de estrés, la carencia de nutrientes, el exceso de toxinas, la falta de actividad física, tener relaciones tóxicas, vivir en un lugar contaminado, etc, son más fuertes a la hora de sentenciar nuestro destino que los genes que nos tocaron.